Puede que haya llegado ese emocionante momento en tu vida en el que esperáis la llegada de un nuevo miembro a la familia. Sin duda, es una época feliz, pero también estará llena de dudas y nervios, y es que seguro que queréis tener todo preparado. Si eso te quita el sueño, no te preocupes porque en este artículo te damos algunas claves sobre cómo crear una habitación infantil.

Para muchos padres primerizos, la habitación del bebé supone un quebradero de cabeza. Si ya vives en una casa familiar con habitaciones libres, convertir un dormitorio en la habitación del niño no será un problema y bastará con redecorar. Pero ¿qué hay de aquellos que viven en un piso de soltero o tipo loft? Seguramente haga falta mucho más que eso: una reforma integral del piso en la que crearemos de cero una habitación infantil.
Espacio propio
Parece obvio, pero nunca debes olvidar que el niño necesita un espacio propio y personalizado. Al fin y al cabo, puede que cuando sea bebé no le haga falta, pero crecerá y pasará muchísimas horas en su habitación. Por ello, es esencial que tenga un espacio que sea suyo. Tendrás que poner tabiques, pero merecerá la pena: el niño disfrutará de su privacidad desde pequeño hasta que se independice.
Además, al contrario que tú, el niño no usará su cuarto sólo para dormir y poco más, sino que jugará, estudiará, invitará amigos, dibujará… en definitiva, vivirá. Por eso, es buena idea tratar de que sea lo más amplio posible, por ejemplo, robándole algunos metros al pasillo.
Otras opciones son desplazar la puerta de entrada, o bien instalar una puerta corredera, que quita menos espacio.
Iluminación
Para hacer más agradable el ambiente de la habitación infantil y ahorrar en luz, lo mejor es que esté bien iluminado. Un escritorio debajo de una ventana grande hará sus delicias cuando tenga que estudiar, hacer los deberes o quiera dibujar.
Es buena idea tener cortinas translúcidas para aprovechar mejor la luz solar. En cuanto a las lámparas, lo idóneo es que tenga luz en la cabecera de la cama (para leer en ella, por ejemplo), en la mesa de estudio y en la zona de juegos, así como en la zona de almacenaje.
También hay que ver dónde están los enchufes y planificar en torno a ellos, no sólo teniendo en cuenta lo que el niño utiliza de pequeño sino también los que necesitará al crecer (por ejemplo, para enchufar el ordenador).
Adaptar los muebles a su edad
Desde que es bebé hasta que se convierte en adulto, el niño cambiará muchísimo y su cuarto debería cambiar con él. Por ejemplo, cuando es pequeño necesita más espacio para jugar, así que la cama puede ser más pequeña. Igualmente, un escritorio pequeño adaptado a su altura le hará más agradable el momento deberes.

Existen muebles evolutivos, que se adaptan desde las primeras etapas de vida del niño hasta que tiene unos 7-8 años. Una alternativa si no quieres tener que cambiar los muebles es apostar por algo más neutro. Por ejemplo, una cama de 90 cm le servirá toda la vida.
Distribución pensando en el futuro
Uno de los errores clásicos a la hora de crear un dormitorio infantil es pensar que el niño siempre será pequeño. Así, tiene un cuarto ideal, pero cuando crece se convierte en incómodo, y quizás sea demasiado tarde para cambiarlo. La decoración es muy fácilmente modificable, pero la distribución no lo es tanto.
Te recomendamos que pienses bien dónde irá el escritorio (zona con buena luz, libre de incomodidades), ya que pasará mucho tiempo en él. Intenta dejar el centro de la habitación libre de obstáculos, para que pueda jugar en él y más adelante reunirse. Piensa también en un armario lo suficientemente grande y en poder añadir más espacio, por ejemplo, en estanterías.
Decorar la habitación infantil
Se puede modificar fácilmente, así que no es un problema, irá adaptándose al crecimiento del niño. Mientras use el suelo para jugar, una alfombra es imprescindible. Un estor para aislamiento también es un acierto, además, es fácil de subir y bajar.
En cuanto a la pintura y otros, siempre es buena idea hacer partícipe al niño de la decoración, dejándole elegir. Además, olvídate del azul o el rosa para niños o niñas y prueba algunos colores más animados, como naranjas o amarillos. Eso sí, que no sean demasiado chillones, ya que pueden ser estresantes.

Por último, asegúrate de que el cuarto no tenga peligros. Que el niño no pueda abrir la ventana solo, que los enchufes estén tapados y que no haya objetos peligrosos.
Confía en un profesional para reformar una habitación infantil
En conclusión, una reforma integral para crear una habitación infantil no es tarea simple, hay muchos aspectos que se deben tener en cuenta. Nosotros siempre recomendamos dejarlo en manos de profesionales, que te podrán asesorar y sabrán crear el cuarto de tus sueños (o los de tu hijo). Será más fácil y sin duda, más efectivo.
Esperamos que este artículo te haya resuelto las dudas sobre cómo crear una habitación infantil. Y, por supuesto, en Cubicup contamos con los mejores profesionales que te ayudarán en todo lo necesario para conseguir que tu proyecto se haga realidad.