El mundo de la construcción y de las reformas es complejo. Siempre que se va a acometer cualquier tipo de obras, podrás ver cómo los profesionales del sector se enfrentan a unas situaciones que van mucho más allá de levantar un muro o pintar una pared. Sobre todo si se quiere lograr un resultado óptimo y lograr el máximo confort para los usuarios del inmueble.
El término puente térmico es algo que la población general suele desconocer, pero que un buen equipo especializado en reformas tiene muy en cuenta en cada obra. Detectarlos y evitarlos es esencial para que el resultado de la reforma sea ideal para los clientes.
Pero, ¿qué es un puente térmico? ¿Cómo se puede detectar? ¿Cuál es la mejor forma de evitar los puentes térmicos? Estas preguntas son algunas de las más habituales cuando los propietarios de una vivienda se enfrentan a este nuevo término relacionado con la construcción y las obras de reforma.
Qué es un puente térmico
Un puente térmico es un espacio concreto de cualquier zona del cerramiento del edificio donde la resistencia térmica cambia de manera importante. Nos referimos a espacios como ventanas, cubiertas, fachadas o soleras. En estos espacios, en muchas ocasiones se registran defectos de aislamiento y, por tanto, se convierten en zonas donde el calor se transmite de un modo mucho más sencillo. En otras palabras: son pequeños ‘escapes’ que hacen que el inmueble no sea un espacio completamente aislado.
Esto tiene repercusiones negativas para el inmueble: por esas zonas se pierde el calor de las calefacciones y puede entrar el frío o el calor del exterior. Pero no solo eso: un puente térmico es un motivo de alerta respecto a la posible aparición de mohos debido a la condensación por el gran cambio de temperatura que se da entre el interior y el exterior.
Es prioritario, por tanto, encontrar estos puentes térmicos, identificarlos y llevar a cabo acciones que reduzcan o eliminen su impacto negativo para la salud del propio edificio y la comodidad de las personas que lo habitan. El aislamiento de puentes térmicos es sencillo siempre que se identifiquen perfectamente en la estructura de la construcción.
Consejos para detectarlos
¿Cómo encontrar un puente térmico en una vivienda u oficina? Generalmente, buscando en los lugares donde más se suelen dar. Uno de los puntos más habituales de la aparición de un puente térmico es la ventana. El cambio de materiales, el sellado de las juntas, etc. hace que estas estructuras sean muy vulnerables a la aparición de estos fenómenos tan negativos.
Muy relacionado con esto están los cajones de la persiana. Son equipamientos de compleja colocación donde el más mínimo despiste puede generar en la aparición del puente térmico perjudicial para el inmueble.
Pilares y forjados, sobre todo en los edificios más antiguos, son otros puntos de interés para ponerse manos a la obra a identificar puentes térmicos. ¿Y cómo podemos hacerlo?
A ojo
Muchas veces, una inspección ocular es suficiente para dar con uno de estos puentes térmicos. Si tienes sospechas de que una de las zonas mencionadas sufre de problemas de aislamiento, basta con acercarse a ella y poner la mano sobre la superficie hasta hallar el punto en el que se cuela la temperatura del exterior. Método especialmente útil en ventanas.
Con una termografía
Una termografía te ayudará a hacer este análisis de una manera más profesional. Es sobre todo una opción imprescindible cuando el problema está en fachadas o cubiertas, ya que para encontrar el puente térmico sería necesario hacer calas: estos aparatos hacen una ‘radiografía’ de la superficie y te indican los espacios en los que el edificio pierde calor de manera absolutamente fiel.
Cómo evitar puentes los térmicos
¿Cómo evitar puentes térmicos en ventanas? ¿De qué manera solucionar el escape de energía en una fachada? Si hablamos de una obra nueva, deberemos reflejar nuestro interés en que se estudie correctamente la estructura para que no se den estos espacios: conectar los diferentes elementos de la construcción para que el aislamiento térmico sea continuo.
El diseño y la planificación deben estar al servicio de la eficiencia térmica del inmueble. Esto quiere decir que tanto los arquitectos como los responsables de ejecutar la obra deben trabajar con pilares integrados en la fachada, crear una continuidad aislante en los alféizares y toda una serie de pequeños detalles que marcarán la diferencia entre un edificio bien aislado y otro que no lo esté de manera óptima.
En el caso de obras anteriores que requieran de una reforma, lo mejor es contar con un equipo de rehabilitaciones de edificios con experiencia en el trabajo de identificación y eliminación de puentes térmicos. Un estudio previo del espacio y la implantación de medidas que resuelvan esta situación permitirá que tu hogar reduzca entre un 5 y un 10% las pérdidas de calor y, por tanto, se logre un mayor ahorro energético y un confort ideal en el espacio.
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